Como sabemos, el Mole Poblano es un platillo muy representativo del estado de Puebla. Un platillo prehispánico conocido a nivel nacional e internacional y con una fuerte representación histórica.

Hay varias leyendas que rodean la creación de este guiso, una de ellas la más famosa es la que asegura que el mole fue creado en el Convento de Santa Rosa en el año 1681 por Sor Andrea de la Asunción. Según cuentan en el convento, la monja creó el mole con inspiración divina. El aroma que surgió al prepararlo se esparció por el lugar y fue tan increíble que la madre superiora, rompió su voto de silencio al exclamar: “Hermana, ¡qué buen mole!”. Las demás monjas rieron y corrigieron a la madre diciendo: “se dice muele”.
Por otro lado, cuentan que el mole fue creado por accidente en una cena que se le iba a hacer al obispo. La leyenda dice que Fray Pascual horas antes de banquete, iba a guardar algunos chiles e ingredientes en la alacena, pero tropezó sin querer en la olla donde se cocinaba el guajolote (que se iba a servir en la cena) y así fue como se creó la mezcla.


No sabemos la veracidad de dichas leyendas, pues el mole es un platillo completo que cuya sofisticación no es improvisada y con el paso del tiempo la receta ha ido perfeccionándose y no solo por los ingredientes sino también por la historia y cultura que conlleva generación tras generación.

